ISSN-L: 0798-1015 • eISSN: 2739-0071 (En línea) - Revista Espacios – Vol. 45, Nº 01, Año 2024 • Ene-Feb
VIVANCO I.M. et al. «La transferencia científica universidad-empresa: rol Universidad de Guayaquil»
mayor desarrollo y bienestar entre los habitantes de una determinada nación donde se combinan estos dos
procesos de interés comunitario. Por tanto, lo de mayor interés será siempre no la creación en sí del
conocimiento científico, sino su transferencia y comercialización dentro del campo empresarial, generando
expectativas para ambos aportantes, tanto para quienes se dedican a la investigación como para los usuarios del
conocimiento y su materialización en logros productivos y beneficios económicos.
Ante lo expuesto, nuestra investigación está orientada a analizar el potencial académico que tiene la Universidad
de Guayaquil y de qué manera se transfiere el resultado de la investigación científica en favor de las empresas
localizadas en la provincia del Guayas, Ecuador, teniendo como indicador progresivo el desarrollo científico de la
universidad y el progreso productivo y competitivo de la microempresa.
Los frecuentes cambios ocurridos en la época actual, con respecto al desarrollo científico y tecnológico, ha
provocado una revolución social en lo que tienen que ver la educación, la economía y la política, llevándonos al
nuevo ordenamiento mundial conocido como globalización. Todo este proceso evolutivo nos conduce a
identificar a una sociedad caracterizada por la información, siendo este conocimiento la llave que dinamiza la
competencia, apoyándose en el uso de la innovación y la información para generar el progreso productivo de la
empresa de hoy (Salas, 2012).
El uso de las tecnologías de la información y comunicación (TIC’s) actualmente han modificado el desarrollo de
muchas actividades en todos los países, especialmente en la academia que tiene que enfrentar cambios en lo
administrativo, académico y de crecimiento en lo que ha ingresos de alumnos se refiere y por ende al
financiamiento presupuestario de sus actividades programadas en bien de la enseñanza y a la ampliación del
conocimiento científico.
El nuevo ordenamiento mundial en lo económico, político y social, ha exigido a la universidad pública altos niveles
de excelencia frente a la demanda local, nacional e internacional, requiriendo docentes con mayores niveles de
conocimientos y aportes investigativos, así como alumnos mucho más comprometidos con el aprendizaje y el
desarrollo de la tecnología y la innovación, capaz de transferir dichos resultados desde la academia a la empresa,
para dinamizar su actividad productiva y de competencia (Luzuriaga, 1997).
Ante lo expuesto, esta modernización ha permitido la movilización de docentes y estudiantes a diferentes
centros educativos extranjeros para compartir conocimientos y adquirir nuevas enseñanzas, por lo que la
universidad pública deberá tecnificar y modernizar su capacidad tecnológica y científica ofertando carreras
nuevas de acuerdo a la demanda de una sociedad globalizada.
Se debe señalar que la incorporación de la universidad nacional a niveles internacionales trae consigo muchos
beneficios, así como riesgos y costos. El riesgo se da cuando las investigaciones de la universidad nacional tienden
a transformarse en iguales a la producción internacional, por lo que los asuntos nacionales se vuelven a un
segundo plano y el interés general se traduce en temas internacionales, el gran beneficio es que la universidad
pública se vuelve más competitiva y mejor posicionada en niveles de calidad educativa. (Pacheco Mendoza &
Pachecho Olea, 2015).
Conociendo la evolución que ha tenido la universidad pública, su tercera función sustantiva que es la vinculación
con la sociedad se ha presentado con mayor apoyo y planificación, frente a la docencia y la investigación, se ha
visto a la vinculación como el puente de conexión entre la academia y la sociedad, desarrollando investigación,
creatividad y tecnología, que permitirán la creación de nuevos y renovados productos o servicios destinados al
mercado, creando riqueza y mayor bienestar social, lo ha permitido señalar a la universidad como
emprendedora, que hace posible la transferencia científica y tecnológica en favor de la empresa (Moreira, 2016).